Intolerante a una barrera.


Me llaman intolerante por no aceptar que otros deseen hacer lo que les plazca con todo. Es una ironía como hemos llegado a querer cambiar a otros por no sentir el impulso de ser diferentes. Estar en el centro es la sensación. ¿Por qué estar a un lado es incorrecto si ese es tu sitio?

Dudé si pensaba correctamente, todos lo hacían y me cuestionaba los motivos por los que era inusual en mí. Podían escucharme como cualquiera que dijese una barrabasada, pero estaba bien decirlo. Soy como una especie de caja sin un fin. Estoy pensando en todos los detalles porque no creo en el “no hay más”. Constantemente, mi mente desea ir más allá. Me encanta llegar al último rincón y a ese al que nadie consideró ir.

Es interesante como en esos rincones puedes encontrar maravillas. Puedes no ser como eres, pensé. O puedes ser como todos quieran que seas y esto estaría bien para ellos, no para ti. El dilema es estar y no estar con ellos, pero estar contigo pero sin nadie más.

Es una locura la aceptación que deseamos. Necesitamos integrarnos en un entorno en el que sabemos que no encajamos, porque ser como somos nunca nos resulta suficiente.

Imaginando todo eso, escoger tu propio criterio y pensamiento a pesar de que suele ser difícil de concretar, es lo mejor para ti. Sin importar que este lejos de todo aquello que dicen, porque para ti eso es tu todo. Hay demasiado en ti que debes descubrir, tanto a ti como a mí, nos ocurren las mismas cosas, que es ver tu existencia como un motivo de explorar. Si, ese es tu verdadero motivo. Y por esa razón, debes seguir caminando entre tus pensamientos y manifestarlos tanto como puedas, para que logres saber quién eres y lo que quieres en esta vida.

Porque ser intolerante a una barrera, siempre es ideal.



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