"¿Qué hiciste para salvar al mundo hoy?"
Esa imagen
me generó muchos sentimientos. Y es porque es por eso que esta entrada trae
consigo una reflexión acerca de nuestras acciones y la manera en que pienso
podemos hacer algo bueno por el mundo. Es para quien posea consciencia, no para
quien realmente no sabe lo que eso significa.
Decía James
Joyce: “Las acciones de los hombres son las mejores intérpretes de sus
pensamientos.”, ¿Qué opinan de esto? ¿Es esto cierto? Y claro apoyaría lo que
Joyce dijo. Hacemos lo que pensamos, deseamos y hasta sentimos. Entonces, a veces
decir que la acción humana puede ser justificada, me resulta como aquello que
solo los mediocres tomarían ventaja. Hasta en quienes tienen problemas mentales
y cometen crímenes, los psicólogos afirman que no está relacionadas sus
acciones con la enfermedad. Solo en muy pocas ocasiones el ser humano puede y
debe justificarse. Tus acciones son producto de tu pensamiento, o hasta de los incrédulos
que llegamos a ser.
La falta de
consciencia y capacidad de un claro pensamiento, nos lleva a cometer grandes
errores. Y si algo es cierto, es que el ser humano tiene una mente muy débil. Si
estamos hablando de un niño (a) no es correcto decirlo, porque a esa edad el
ser humano aprende tal cual lo que se le inculca, imita lo que ve y su
personalidad está formándose en esas edades. Una vez ya somos unos adolescentes
y que quizás estuvimos muy solos en esa corta vida, me resulta hasta fácil decir
que el verse influenciado pero no del todo. El adolescente quizás si desee ser
comprendido, y por lo tanto, muchas veces se tienden a comportamientos llenos
de rebeldía y no está mal. Pero ser adolescente no es vulnerable a las malas
influencias, porque a esa edad tomamos lo que deseamos, porque estamos
capacitados para elegir. ¿Por qué mencionar esto? Sencillamente porque en esa
edad el ser humano ya sabe lo que hace y vemos como en estas edades el humano
se predispone a actuar mal en lo que
reste de su vida, ignorando de esa manera lo mucho que puede ofrecerle a sí
mismo y al mundo.
La enorme
pregunta es: ¿Cómo incentivar a un mundo lleno de problema a las buenas
acciones y así lograr un cambio?
Confuso, difícil,
y hasta imposible de responderse. No es algo que decida una persona, que
decidan unas cuantas personas. Es una decisión grupal, entre miles y miles de
personas, que una vez un día por si solos queramos ser mejores, se verá cómo se
va perdiendo esa triste situación en la que se vive. Es difícil verlo si cada día
nos concentramos solo en sí mismos y no pensamos en lo que el prójimo este
viviendo.
Una vez
entendemos que no servirá de nada ir por la vida siendo egoístas, vamos a abrir
una puerta, que por consecuente se verá en un cambio. Pienso que no se trata de
hacer grandes cosas o dar grandes cosas para colaborar, sino se trata de
nuestra persona y de lo que una vez entregamos con el corazón hace sonreír a
alguien, ayuda directa o indirectamente a alguien, y como le alegramos la vida
a otro ser humano. Este es un gran cambio que no se percibe, pero que de
hacerse una realidad, pienso que mucho cambia en nuestro entorno.
Dejemos de
un lado el rencor, envidia, cobardía y el sentirse más que los demás; que aquí nadie
es más que nadie, que aquí uno es la única persona que quiere luchar en esta
vida. Hay demasiado en nuestro exterior que solo puede cambiar si comenzamos a
trabajar en nuestro interior para que esto deje como producto motivación y
buenas acciones. Las buenas acciones se multiplican.
Leí una
frase muy hermosa que dice: “Solemos hablar de valores, de respeto a nuestro
mayores, a la madre tierra, solemos hablar de ser ejemplos de bien y de ser
solidarios. Ya no hablemos… Seamos.” Hago énfasis… “SEAMOS”, porque necesitamos
“SER” para que este mundo cambie y prospere.
No hagas de
tu día aquello que solo debes cumplir. Debes hacer que tus días produzcan ‘algo’
muy bueno para vos o para alguien. Hagamos de nuestros días una razón para vivir
y seguir viviendo por amor a la vida misma, y no porque debamos simplemente
vivir.
Tal y como
dice Marco Aurelio: “Realiza cada una de tus acciones como si fuera la última
en tu vida.”. Con esa intensidad y amor a vivir para ser mejores. Y con esto me
despido deseándoles un bonito fin de semana para ustedes y quienes quieren. Que
esto solo nos haga pensar un poco en lo que hacemos y en quien verdaderamente podríamos
ser.
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