Más mía que tuya.


Todo lo que observas en mi es lo que tu deseas, no hay otra imagen más que aquella que tu mente ha forjado y que mediante tus sentidos lograste estructurar y crear un yo acerca de mí. Tienes expectativas, ¿Quién no las ha creado? Y sin embargo, quieres que sea como tu sientes soy. No entiendo cómo puedo ser alguien que no soy y no seré para agradarte a ti.

Es un espejismo, cariño. Eres tú tratando de despojarme de mi misma y piensas que lo correcto es ser como me creaste. Quisiera poder complacerte, porque a pesar de que no puedo serlo, desearía ser todo lo que tú deseas. No es mi anhelo de primera estancia, pero si es el tuyo quizás yo también lo desee. Es ideal en todos tus sentidos, no en los míos.

¿Recuerdas cuando asentí por ti? Muchas de esas veces mentí. Sencillamente quería sentir que tenía algo contigo. Era una impresión diaria. Estaba colocándote a ti en lugar de mí en ese sitio. Me preguntaba si tenía idea de lo que estaba perdiendo y creí era a ti. ¿Sabes? Nos caracterizamos por la confusión. Me perdía a mí misma.

Era un proceso de perdición y ganancia para ti. Tu obtenías a costa de lo que yo perdía, y después me topé contra la cruda realidad de que querías a quien habías creado y no a mí. Tuve que dejarte partir porque aunque me sentías tuya, siempre he sido más mía que de alguien más.

¿Realmente puedes llegar a ese punto? Y lo comprobé. Puedes perderte a ti misma si piensas que deberías ser alguien que nunca podrás ser. Tus acciones y palabras no cambian tu ser, y mi error fue creer que aquella improvisación me llevaría a una nueva yo.

No puedo cambiar mi ser, y no quiero hacerlo. Un millón de individuos que encajaran contigo y no es mi caso. ¿Amor? Yo si te he amado. Te he colocado antes que mí, ¿Quieres más? Puesto a que puedes tenerlo, pero no voy a darte ese gusto a ti. Este gusto de ser mía es para mí y mi recompensa por estar de pie y despertar día con día antes las incógnitas de la vida.

Quisiera ser para ti, pero soy mía… Tan mía que ya nadie puede pisotearme.

Y repito, ¿Quieres más? Porque puedo dártelo.


No hay comentarios:

ARCHIVOS DEL BLOG