¿De dónde proviene el poder?


La palabra poder tiende a ser mal utilizada. De repente porque se piensa que una persona común y corriente o con poca buena suerte pueda tener poder. Si piensa que el poder ya se trae de nacimiento y otras veces que solo se trata de quienes tienen mucho dinero. Está muy lejos de ser así.

Poder no es poseer. En ese caso, no estaría vinculada a “yo tengo”.

Etimológicamente se refiere a la capacidad de hacer, plasmar o referir. El tener poder es acerca de acción, es de como actuamos de acuerdo a nuestras capacidades.

No nacemos con poder, pero si con una esencia única. Entonces, como seres únicos, podemos desarrollar habilidad dentro de nuestras facilidades naturales. Si para alguien la pintura resulta muy entendible, si desarrolla esas habilidades, es seguro que será un buen pintor o una buena pintora. Nacimos con cierta tendencia que nos orilla a muchas áreas.

Cuando dicen “querer es poder”, es verídico. Si deseamos desarrollarnos en un campo, vamos a generar frutos que nos dirigirán al poder. Y no tratando de insinuar un poder material o económico, sino el poder de obrar y lograrlo.

Desde el punto de vista espiritual, el poder es un impulso y muy fuerte si deseamos que este se desenvuelva. Ese impulso se acopla a nuestro talento y a nuestra esencia.
Es importante tener confianza para adquirir mayor poder en nuestra persona y darnos cuenta de nuestras verdaderas habilidades y no dar por hecho que no podemos hacer algo que no hemos intentado por negatividad.

Recuerden desarrollarse lo más que puedan. No porque dejemos de ser ignorantes, sino porque el humano es un ser capaz de crear, conocer y vivir si se lo propone.

Un pensamiento breve para reflexionar.


¡Besos!


No hay comentarios:

ARCHIVOS DEL BLOG