No suelo publicar mucho este tipo de noticias, pero ha dejado al mundo
boquiabierta la decisión de la princesa japonesa, Mako. No es como una joven
cualquiera y común, ella tiene un imperio que seguir. Ya saben, esas historias
que solían escucharse antes, pero sigue siendo una realidad. Es la nieta de Akihito
e hija del príncipe Akishimo.
Para ser parte de ese imperio y seguir adelante con el mismo, ella debería
casarse con alguien de la realeza y sus prospectos son mayores de 40 años. Ella
apenas tiene 25 años pero no deja de ser una adulta y sabe perfectamente en
donde se encuentra su felicidad.
Se enamoró de un plebeyo, llamado Kei Komuro. Él trabaja en un bufete de
abogados y se conocieron en la Universidad. Estos dos jóvenes de la misma edad,
han decidido casarse y ella despojarse de su imperio.
Yo, como una romántica empedernida que soy, necesitaba compartir esta
noticia porque me fascina la postura de Mako. ¡Esa es una mujer de verdad! Ella
no necesita de un imperio para ser feliz, sino que necesita estar con el chico
que tanto quiere y tomar una decisión radical con su vida.
Sabemos que, si ella sigue con el imperio, se ve obligada a casarse con
un hombre que no ama y no sería ella quien pueda hablar.
La situación esta complicada, porque Mako decidiría al próximo hombre
que llevaría el mando pero al casarse Kei, renuncia por completo y el trono tendría
quedar en manos de otro hombre, y el único es su hermano menor de 10 años.
¿Se imaginan la situación por la que debe estar pasando?
Mucha gente puede creerla una traicionera, pero yo la veo como una mujer
capaz de decidir y que no tiene miedo de luchar por lo que ama. Es todo un
ejemplo de que el dinero no es más importante que el amor.
En unas semanas se sabrá la decisión tomado y probablemente, Mako querrá
hablar cuando lo crea preciso.
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