¿A caso no fui muy breve en el nombre de mi post?
Pues sí, sólo eso. Entramos a un nuevo mes, el cuarto del año y uno de los mejores. Es mi mes.
Tengo un nuevo lema en mi vida, y lo compartiré en dos entradas. En esta primera, quiero reflexionar acerca del hecho de plantar semillas por aquí y por allá, y no me refiero a enamorar a cuanta gente se nos cruce enfrente para luego desilusionar. La idea no es jugar.
Cuando hablamos de plantar, es porque tenemos una responsabilidad muy grande... CRECIMIENTO.
El crecimiento viene después del nacimiento. Una vez tenemos la intención, algo empieza a nacer en sí mismas (os) y eso trae un crecimiento adecuado sí lo cuidamos día con día.
¡Nada tiene un proceso solo porque sí! Así que, este nuevo mes he reflexionado mucho acerca de esto. Inicio pensando que en ocasiones simplemente pasamos dejando una semilla, nunca la cuidamos y todo se quedó en el "hubiera".
¿Por qué repetir ese mismo ciclo?
La vida nos carcome, los hechos y las personas. Todo es tan influyente y nos negamos a tener nuestro propio pensamiento e idea de las cosas. Percibo mucho temor a exponernos, a que la gente nos juzgue, pero no hay proyecto que esté garantizado.
Alejémonos del miedo, gente. Que este sea un mes de grandes inicios, de esos estadíos superiores que nos acercan a las metas que nos planteamos. Imagínense lo bonito que será lograrlo, pese al tiempo de espera e indecisión. Es válido mientras te esmeres y sigas luchando por lo que crees y lo que te hace feliz.
Quiero que en Abril, salgan a relucir y que las (os) conozcan por no rendirse.
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