¿En qué lugar estás? ¿Confías o desconfías demasiado?


Cuando creías que era suficiente, te das cuenta que no fue así.

Confiar y desconfiar en las personas es algo de cada segundo que pasa. Y te das cuenta que, a veces no tiene sentido tomar un solo bando pero naturalmente preferimos ya sea creer o no dejarnos engañar.

La razón por la que me ha ocurrido esta nueva entrada, es pensando en un sinfín de situaciones. Hoy fue un miércoles en el que me desperté inquieta, quizás era algo que ni yo misma supe. La cuestión es que esas inquietudes me hicieron sentir hasta cierto punto muy pensativa durante el resto del día.

Entre tantas cosas que pensé, me di cuenta que en mi vida confié tanto que ahora me cuesta confiar. Estoy segura que muchas personas entienden mi postura. En sí, no habría razón de creer en nadie, pensaba alguna vez. Pero ahora me doy cuenta, que no creer en nadie, es básicamente una razón para que otros no crean en vos.

A veces digo que nadie vive de lo que otros creen de vos; mas hay algo que adherirse, y es que un fundamento de la vida se basa en la percepción que otros tienen en uno mismo. Si yo hubiese seguido siendo tan drásticamente desconfiada, ¿Quién me tomaría cuenta? Nadie tendría porque confiar en alguien que no da oportunidades a nadie. Es una situación muy pareja.

La confianza se adquiere en la medida de que seamos precavidos en nuestra creencia. Se vale creer, mas no se vale creer al cien. Es algo que lo aprendí luego de toparme con tantas personas que te hacen cambiar como persona. Y yo cambié, lo digo sin pensarlo, puesto a que hace 4 años atrás yo era una persona comparada con un tarro de miel. Lo soy, pero ahora soy más fría y más dura. Yo antes no me expresaría con la seguridad con la que por hoy me expreso acerca de las cosas. Y de eso se trata, ¿Para qué negarlo?

Es ahí cuando la confianza que depositabas en los demás se esfuma, y ya no queres hacerlo más. Y repito, desconfiar excesivamente es lograr que nadie confíe en tu persona. Claro, esto porque sin que lo creas, te aíslas y haces de cuenta que nadie te importa, ¿Quién quiere eso?

Mi Consejo

Yo no creo que debamos entrar en la categoría de creyentes y no creyentes. Estoy segura que en la medida en que tomes tus experiencias para conocer a las personas, sabrás con quien sí y con quién no. Las apariencias engañan, y es por eso que aunque hayas comenzado a confiar un poco, nunca lo hagas por completo.

La duda siempre debe ser mínima, de lo contrario, ¿Cómo esperas iniciar cualquier tipo de relación? Y me refiero a todo tipo de relación. Confiar no es malo, solo debes saber que no debes cegarte y confiar de más, al punto en el que te decepciones después.
Simplemente no esperen nada de nadie; no rueguen por nada y muchos menos premediten las cosas. Por si solas, sabrán quienes son de fiarse y porqué. Esperar es igual a encontrar poco o nada. Así que, guarda tus expectativas y date la oportunidad de creer en las personas. No creas que todas son el frijolito del arroz.

En parte, también nos necesitamos el uno con el otro. Y nada como tratar de que eso sea posible tratando de protegernos sin aislarnos de nadie.

¡Feliz noche!


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