¡Hey! ¿Hace cuánto tiempo que no escribo? Si, quizás hace unas semanas
que me perdí de este hermoso rincón, pero he regresado después de haber
sobrevivido a la vida universitaria. Muchas y muchos me entenderán sobre ese
tema.
Me siento muy contenta con la llegada de un nuevo mes, porque el
descanso es justo y necesario y sobre todo porque cada mes es una bendición de
la que debemos agradecer.
Es un ritual en mi blog empezar cada mes con una reflexión, no sé cómo
se derivó esa idea de hacerlo de esa manera, pero pienso que son otros 30 o 31 días
en los que inicia un nuevo ciclo y mentalmente estamos mentalizados a que
nuevos planes o el pensamiento que este será mejor. Por ese pensamiento automático,
lo ideal es iniciar con uno que nos motive o nos brinde cierta frescura, ya
saben, esa sensación de que puede ser posible.
Para empezar la reflexión, leamos esta frase de Marco Aurelio: “Muy poco
se necesita para hacer una vida feliz; esta todo en nuestro interior, en
nuestra forma de pensar.”
¿Qué nos ocurre realmente? ¿Alguna vez pensamos en ello?
Resulta que centramos la felicidad en otros aspectos de la vida, como
tener lujos o tener una posición social bien elevada. Siempre estamos pensando
que la felicidad se encuentra en aquello que no podemos sentir en todo su
sentido, y materializamos la vida porque nunca indagamos más en nuestra
persona.
Una persona puede tener todo a su alrededor y no tener nada en su
interior que le motive a lidiar con su ambiente, porque simplemente actúa por inercia.
Es esa clase de pensamiento que nos aleja de la realidad.
Muchas personas piensan que viajar es conocer y comprar objetos de otras
culturas, sin embargo, ignoran que viajar es la sensación de aventura y la adquisición
de nuevas experiencias que forjen tu aura. Todo tiende a verse de una forma tan
superficial, que llegamos a ese punto de desconocerlo.
Saben que mi blog es un sitio en donde siempre están tratándose temas de
motivación, porque nos hace falta demasiado. Yo no escribo solo porque se me
ocurren las cosas, sino que busco una razón de hacerlo. Y la razón por la que
siempre estoy escribiendo acerca del ser humano como un ser espiritual, es
porque somos mucho y nos sentimos poco. Frecuentemente, tachamos posibilidades
sin decretarlas como un hecho.
La frase de Marco Aurelio dice mucho en unas cuantas palabras. El
momento de conocerte, es ahora y no mañana o dentro de un mes.
Les invito al igual que él, a que comencemos por trabajar en nuestro
interior. La felicidad se manifiesta cuando en tu interior estas sembrando aceptación
y una buena relación contigo misma y mismo.
¡Feliz mes!
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