Dejamos
pasar muchos detalles acerca del amor propio porque nos hemos hecho una idea errónea
de lo que esto significa. Siempre exteriorizamos nuestros sentimientos, cuando
yacen de un sitio muy espiritual.
No tiene
amor propio quien goza de un gran cuerpo y viste prendas aparentemente de moda,
tampoco el que tiene una vida amorosa activa porque luce bien y se asume así
mismo como leal a si mismo por ello. Todo esto es superficial.
Se dice que
ir al gimnasio es para aumentar tu autoestima… ¿Quién lo dijo?
Bien, a
nadie le cae nada mal disminuir unos cuantos kilitos y verse al espejo con
mayor confianza pero esos kilos menos, no te llevan a que te ames y respetes.
No porque luzcas de una forma, es que mágicamente nació en vos un gran amor
hacia tu persona.
Me encanta
hacer énfasis en esos puntos, porque muchas veces a una persona que no es
considerada “atractiva” siendo feliz y teniendo mucho que otras personas no
tienen. Se comparan con esa persona tan poco agraciada, insinuando que no puede
creer que alguien como si mismo (a) no pase por eso o tenga tal dicha.
¿Percibimos el
detalle del ejemplo anterior?
Esa persona
es muy fea por dentro o tiene pensamientos equivocados hacia todos. Piensa que
la dicha es una belleza subjetiva o quizá piensa que se basa en el materialismo
o supuestos logros.
El concepto
del amor propio, es muy alto y más alto de lo que pudiese compararse. La
verdad, se pierde mucho de tiempo tratando de encajar en ese “amor propio” comprándose
ropa, pasando horas en el gimnasio, teniendo el trabajo perfecto, un
maravilloso sueldo y una pareja casi ideal. Eso no genera amor propio, porque
mientras sea un concepto superficial, no existe.
No hay una
imagen que vaya a perpetuarlo, eso solo aumenta tu confianza pero no elimina
esos pensamientos que te provocan hacerte daño o no ser una persona deseable
(desde el punto de vista moral) y el error comienza a repetirse una y otra vez.
Decía Oscar Wilde: “Amarse a sí mismo es el comienzo de una
aventura que dura toda la vida.” y es por esa razón que debemos comprender la
realidad acerca del mismo y aplicarlo día a día con cierta medida y sencillez.
Finalizando
este post que tiene la finalidad de entender las diferencias, les dejo este
pensamiento que me gustó mucho y aplica demasiado en este tema: “El amor propio
y la autoestima son dos características fundamentales que todas las personas
deben tener, en su justa medida, para llevar una vida plena. Decimos en su
justa medida porque el exceso o defecto de amor propio pueden llevarnos al
egocentrismo y a la depresión respectivamente.”
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