Considero
que hablar de nuestras necesidades es tener paz con el yo. Sabemos que
necesidad es igual a vivir plenos. Sin esa plenitud, ¿Qué se tiene? ¿Nada?
La pregunta
aquí es, ¿Sabes lo que necesitas?
Te aseguro
que empezar por saberlo es tedioso. Para eso, implica que recapitules acerca de
tu pasado, ya que el pasado determina quienes somos hoy. Tanto en pensamiento
como en acciones, el pasado trae su derivación y es importante conocer a ese yo
del mismo.
Empeza
recordando lo que te hacia feliz, lo que frecuentabas. Si dejaste aquello que
frecuentabas o te hacia muy feliz, pregúntate porque lo has hecho. Tuviste
alguna razón por la que el rumbo de tu vida cambió de dirección y ese es el
punto clave para saber lo que hoy necesitas.
Una situación
traumática, una barrera en tu vida que te lo impidió, dejaste de sentir gozo de
situaciones externas a aquello que te llenaba, perdiste interés, deseaste
aventurarte… Podría escribir millones de razones más, porque todo es un punto
importante en la búsqueda de lo que necesitas.
Claro,
necesitas conocerte muy bien y sobre todo darte una oportunidad como persona de
fallar en tus decisiones para comenzar un nuevo camino. Si existe un destrabe
de tu persona y lo que necesitas, debes orientarte con personas expertas. Encontrar
una razón lleva mucho tiempo, pero vale la pena que te des esa oportunidad de
vivir.
El ser
humano debe encontrarse a sí mismo antes de saber lo que desea. Si no se ha
encontrado a sí mismo, no sabrá lo que verdaderamente merece. Es por eso que es
tan importante como nos sintamos a nivel emocional acerca de todo o nada. Hasta
lo más insignificante que dejemos pasar y que nos afectó, nos termina por pasar
factura y desequilibrar nuestra vida hasta que nos demos cuenta.
Y ya saben
lo que digo, reflexionar siempre es vital.
Te recomiendo leer mi entrada: TE ENCUENTRAS CUANDO DESEAS ENCONTRARTE...
¡Besos!
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