Como alguien YA te queda pequeño.



Sabemos lo que se siente querer a una persona o tener ilusiones en donde usualmente solía ser un torbellino. Es normal que desees mucho en donde hay poco, como también ser normal confundir y decirnos que las cosas van a cambiar.

Y es que, a veces querer nos limita a ver lo que es lo mejor para uno. Sentir no lo es todo, porque recuerden que sentir es como jugar con fuego. Nos confunde una y mil veces, y la razón se excluye totalmente.

No digo que este mal tener esperanza, pero es absurdo tener más esperanza en una relación o en una persona, que en uno mismo. En vez de decir “las cosas van a cambiar entre nosotros”, es mejor “las cosas van a cambiar para mí”.

No se trata de egoísmo, sino de saber lo que te hace bien y lo que no te hace bien. Es por eso que esta entrada esta titulada “Cuando ya alguien te queda pequeño.”

¿Qué nos queda pequeño? Es como cuando encontras ropa vieja en casa y decís, me voy a medir esta camisa de hace un año. Resulta que no te queda. ¡Ah! Pero decís “puede quedarme si bajo un kilitos”. Bajas los kilitos que tenías de mas, te pones esa vieja camisa pero resulta que ya no te vez usándola. Como que ya decís “este estilo ya pasó…”

¿Verdad que suena a nuestra realidad?

Así es como son las relaciones o personas que ya no dan para más.
Esa persona por más que se trate mantener ahí presente, no nos llena igual, ya no cabe en uno mismo, ya no es igual como cuando todo comenzó.

En vez de empeñarte a lo que no funciona, date la oportunidad de empezar de nuevo con vos mismo y saber porque aquello ya te quedaba pequeño. Saber el porqué te hace saber lo que queres con mayor firmeza. No quiere decir que no vas a equivocarte, ya que esto es parte del aprendizaje.

Pero, una manera de cambiar tu vida es dejando atrás lo que ya te queda pequeño, porque uno crece y se hace más grande, ¿cómo es que te vas a empeñar a lo que no está dentro de lo que YA ES tu persona?

Piensen más en cómo se sienten en las relaciones o con ciertas personas, ya que aunque es de dos, es un juego con tu interior que puede verse afectado si no comprendemos que no solo es “lo que merecemos”, sino “lo que merezco”.



¡Feliz Miércoles! 



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