De lujos a
lujos, y verdaderamente que los lujos son en gran parte el sueño de la mayoría.
El visualizarnos el futuro, de cierta manera incluye al menos un lujo de por
medio.
Es una temática
más que todo en el aspecto material, y ya tenemos una idea de que lo material
es gratificante y nos da cierto goce. Hay quienes aman los lujos porque se los
ganaron a pulso, también hay quienes aman los lujos a un punto en el que lo conseguirán
a costa de lo que sea.
Y no les
miento, los lujos los tenemos casi todos. Cuando yo pueda darme lujos, será porque
me los gané a pulso. O al menos que alguien quiera consentirme un poco. Soy de
quienes amarán las buenas joyas, perfumes o viajes. Pero estos lujos son más “gustos”
que nos damos. No es como si trabajarás por obtener lujos. Trabajar duro más allá
de lo que el dinero te dé.
Pero en sí,
¿Se entiende esto?
Veo a
muchas personas haciendo lo que sea por lujos. Cada quien su vida, pero
pensemos bien si valen tanto la pena como para ponerlos en primer lugar.
¿Lo
material realmente nos da todo?
Te puede
dar una posición a nivel social, que en gran parte esto es causante de la
actitud de algunas personas. Vuelan porque no entienden lo que verdaderamente
se trata tener una posición alta a nivel social. Confunden lo material con lo
que ellos realmente valen como personas y lo que otras valen en comparación a
ellos. Piensan que tener dinero y lujos es tener clase. Y la clase es todo
menos eso.
Bien decían
por ahí, dale mucho a un débil para que se vuelva en un ignorante. El débil que
se ve influenciado por tanto lujo y al final, como persona no tiene nada, o se
encuentra solo. Recordemos que los lujos atraen muchas envidias e hipocresía.
Las personas suelen ver demasiado lo que el otro tiene, y si lo que tiene
brilla, les interesara para verse beneficiados. El beneficio es a nivel
material y del que dirán. A muchas personas les atrae rodearse de personas con
lujos para sentirse que también los tienen.
Es
liberador para muchas personas esconderse en los lujos para no ver la realidad,
simplemente porque así lo desean. ¡Vaya dilema! Y creo que es interesante ver
el compartimiento. Muchos deciden que deben cambiar su personalidad por un “nivel”.
Imagínense lo poco coherente que es.
La
sencillez y humildad es estar a un nivel alto, no el egocentrismo y toxica ambición
que provoca decir “yo esto… y yo soy… y yo, y yo…”.
No digo que
nos demos lujos, cuando es válido dárselos de vez en cuando o cuando a uno se
le plazca. ¡Dense lujos si trabajan para tener una vida cómoda!
Pero el
error esta es en dejarse empapar por tanto brillo. Recuerden que el brillo, es
una fantasía. El brillo es solo lo que es, pero estos jamás van a darnos todo a
nivel espiritual. A veces ni a nivel físico. El dinero puede darte la
oportunidad de estar bien a nivel físico, pero no puede detener enfermedades
que aparecen tanto por situaciones inexplicables, de herencia o eliminar tus
malos hábitos.
El dinero y
el lujo no compran tu vida, y no garantiza nada. Estos jamás traerán al amor de
tu vida. El amor no se vende, y si se vende, es efímero. Créanlo. Pueden engañarse
creyendo que tener lujos atrae únicamente amor sincero. ¡Cuidado con eso! Y no
se trata de una barata trama de novela. Se trata de que esto sucede, porque las
personas aman los lujos. Disfrazan a la personas en billetes para verles con
ojos de “amor”.
Tampoco el dinero compra el amor a nivel familiar. Eso compra interés y
una mala educación en el entorno.
Hay tanto que decirse de eso del verdadero éxito con lo que se obtiene
de nuestro dinero. Y el éxito es todo menos una posición social, dinero y
bienes materiales.
No se sienten ni mas ni menos por lo que posean, que al final lo que nos
hace grandes es nuestra alma y buen corazón.
¡Feliz Viernes!
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