En el amor todo se vale, ¿Cierto? Solamente que a veces
olvidamos que estar en una relación, no es un conjunto de leyes por cumplir. Es
común que nuestras amistades, cuenten sus historias y después uno se queda
pensando en las razones por las que nuestra relación es diferente y quizás esa relación
es tan aparentemente ideal.
En ese momento, comenzamos a pensar lo que no y cometemos los
errores que muchas otras relaciones hacen pero como siempre queremos ser como
los demás, nos llevamos desagradables sorpresas o situaciones.
¿Por qué ocurre esto?
Resulta que somos tan inseguros por naturaleza.
Siempre estamos comparando lo que tenemos y lo que tenemos.
Es como estar soltera o soltero. La gente cree que eso es motivo de tristeza,
pero… ¿Por qué no verle un gran lado bueno a tu soltería?
Y ya que les menciono acerca de la soltería, sería
interesante escribir una entrada de ello (y quien mejor que yo para hacerlo).
Vemos desgracias en situaciones normales o tenemos un
concepto tan trillado de las relaciones amorosas, que cuando estamos en una,
solamente queremos darle copy paste.
¿Qué es lo ideal?
No hay nada ideal en las relaciones de pareja, pero si quiero
mencionar algunos detalles comunes y que son un tremendo error:
Acompañan a su pareja a todas partes porque creen que ese es sinónimo
de una verdadera relación.
No, gente. No es sinónimo de una relación verdadera.
Significa que ustedes quieren ver cada detalle que hace su pareja y si no es el
caso, no le dejan sociabilizar puesto a que le obligan a estar con ustedes con
o sin intención.
Ser el centro de su vida.
Si la pareja empieza a tener pasiones, a ustedes le ofende y
es verdad que una relación es importante, pero solo el tiempo puede decir la
verdadera dirección de todo.
Mientras tanto, no es justo que limites a tu pareja para que
disfrute menos de sus pasiones o metas, porque si queres a tu pareja, debes
permitirle ser quien es y vivir su vida, porque vos sos una parte de su vida…
NO pretendas que debe tatuar tu nombre en cada cosa que haga. Eso es egoísta.
Fuerzan las cosas.
Muchas veces mueren por ser “oficiales” y se comen a cada
persona que es importante en su vida, sin tomarse el tiempo de que eso ocurra
con naturalidad. Sienten que si no le agradan (de inmediato) a sus amistades,
es que todo viene cuesta abajo.
Caen en el cliché en las actividades que todas las parejas
hacen.
Si a todas las chicas les regalan un oso, vos queres un oso.
Si tu novia te obsequia algo distinto, pensas que está muy mal y que debería
ser “más detallista”.
Cada hombre o mujer es diferente o percibe algo de su otra mitad,
por lo que no presionen a que tenga detalles, porque es como quitarles las
ganas de tenerlos con ustedes.
¿Qué les
parecen estos ejemplos? Si se identificaron con uno de estos, no duden en
reflexionar para no arruinar la relación. Respiren un poquito y arrojen bien toda esa
vibra externa que les predispone a que todas las relaciones sean iguales.
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